Los romanos fueron los primeros en irse de vacaciones. En estas escapadas aprovechaban para visitar monumentos en Grecia (seguían los pasos de Homero y los grandes filósofos por toda la geografía de la Hélade), Egipto (la grandeza de sus construcciones y las gestas de sus faraones), pero también muchos de ellos tenían mansiones en el sur de Italia para los meses estivales. Fernando Lillo ofrecerá el próximo martes 14 de junio a las 19 horas una conferencia Online, que es un preambulo perfecto para la publicación de su último libro: "Hotel Roma. Vacaciones en el Imperio Romano".
Enlace para ver Online: https://youtu.be/WLPPO_yPcDY
El profesor tratará de darnos respuesta a muchas preguntas: ¿Sentían los romanos el impulso de dejar su casa para conocer distintos parajes? ¿Cuáles eran sus lugares de vacaciones favoritos? ¿Qué maravillas suscitaban su interés? Una experiencia única: viajar a los destinos turísticos que apasionaban a los antiguos romanos. Las villas de recreo en las afueras de Roma o las situadas en el golfo de Nápoles ofrecían lugares de reposo frente al ajetreo urbano. Un poco más allá Sicilia y Grecia eran destinos culturales muy atractivos, aunque nada comparable con el misterioso y exótico Egipto.
Había quienes deseaban contemplar las maravillas del mundo, sin saber que la propia Roma era una de ellas. En otras ocasiones el turista buscaba sitios vinculados con las reliquias de los héroes o personajes históricos. Visitar un santuario en busca de curación para los males del espíritu y del cuerpo, viajar a Olimpia para contemplar sus famosos juegos o acudir a los espectáculos del anfiteatro o el circo eran otros motivos para dejar el hogar. Después de tantos siglos seguimos siendo muy 'romanos» en nuestros gustos turísticos.