El profesor José María Benlloch comenzó la conferencia hablando de la contribución del cristianismo a la Edad Media o Edad Oscura. Según comentó el Dr. Benlloch no aportó nada a la ciencia, la cual comenzó a evolucionar a partir de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, antes del cristianismo ya se consideraban como deidades todo aquello inexplicable por el ser humano, como la naturaleza.
En el siglo V a.C. hubo una reacción materialista (Leucipo y Demócrito) en la que se aseguraba que no existen los dioses ni el alma, sino tan solo la realidad material. Sócrates tiene una reacción opuesta, defendiendo la dimensión ética del hombre. Platón y Aristóteles seguirán esta postura. Sin embargo, a pesar de todos los genios griegos como Arquímedes o Hiparco de Nicea, la ciencia griega no tenía tradición experimental, por lo que no consiguió controlar de una manera efectiva toda la realidad física.
Para los romanos, los cristianos eran una secta peligrosa del judaísmo (con quienes comparten gran parte de la Biblia > explica que la luna, el sol… no eran dioses, sino que habían sido creados por Dios. Esto diferenciaba a los judíos de los pueblos que los rodeaban).
San Agustín cristianizó la filosofía platónica, diciendo que incluso la Revelación Divina no está por encima del Principio de No contradicción (prioriza la razón a la fe).
Desintegración del Imperio Romano entre el 410 y el 476: Occidente y Oriente rompen el contacto entre ellos, por lo que se pierde el acceso a la lengua y documentos griegos (solo se conservan en latín el TIMEO y los tratados de lógica de Aristóteles).
Hubo una Revolución agrícola que produjo un aumento de la población europea, que empezó a preocuparse por el terreno intelectual. Gerberto de Aurillac introdujo los números arábigos en Occidente (Grecia = geometría avanzada y álgebra pobre por dificultad al trabajar con números romanos) y modificó el ábaco.
Renacimiento del siglo XII > Guillermo de Conches hace una distinción entre Causa primera (Dios) y Causa segunda (Naturaleza). Dios no es arbitrario; sus leyes son siempre las mismas y su naturaleza es lo suficientemente regular como para que merezca la pena de ser explorada al detalle. El universo es contingente, no necesario. No puede deducirse por pensamiento, sino que hay que experimentar y medir.
Se crean los traductores y las universidades (sociedades independientes que no dependen de reyes ni de obispos; lengua común = latín) donde se estudiaban el Trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el Quadrivium (Aritmética, Música, Geometría y Astronomía), además de la Ética, la Metafísica y la Filosofía Natural > La especulación filosófica no debe afectar a la teología.
Cristianización de la filosofía pagana > Alberto Magno y Tomás de Aquino (todo efecto tiene una causa)
Franciscanos > Duns Escoto y Guillermo de Ockham. Ockham habla de los universales (existe una realidad general para todos los particulares) > Es nominalista (solo se perciben las cosas individuales). La navaja de Ockham hace referencia a que lo que se puede explicar con menos términos, no es necesario multiplicarlo.
La alquimia son hechos o experimentos de química y no el concepto mágico que tenemos. Primero debe haber una hipótesis, luego realizar un experimento y luego el uso de la razón para aplicar esos experimentos. La alquimia especula sobre las sustancias inanimadas, hacer metales, producir sustancias más perfectas…
Empiezan a circular ideas y teorías como la del arcoíris, la composición de los metales, el telescopio, las gafas o el reloj.
Se utiliza la primera fórmula matemática de la historia aplicada a la física, aunque ésta es incorrecta debido a que utiliza los principios físicos de Aristóteles. También es formulada por primera vez el teorema de la velocidad media por William of Heytesbury. Además, durante la primera mitad del siglo XIV se dio la definición del “ímpetus”, la cual por muy poco no fue la de la inercia (esta llegaría algunos siglos más tarde). Es aplicada al movimiento de los astros, pues en el movimiento de estos no hay resistencia alguna.
También se planteó el problema de la rotación de la Tierra, pues los griegos pensaban que en verdad eran los cielos los que se movían. Sin embargo, al aplicar la física de Aristóteles, esto se rechazó al alegar que, si se lanzaba una flecha al aire, ésta se quedaría atrás. Nicolás de Oresmes dice que la flecha en verdad comparte el movimiento de rotación de la Tierra, retando así a Aristóteles.
Destrucción de la ciencia medieval > todos los manuscritos medievales de la Universidad de Oxford fueron destruidos (s. XVI).
Kepler y Galileo buscan el concepto de que los cielos deben reflejar a su Creador.
La disección del cuerpo humano fue un tema tabú en la mayoría de las civilizaciones, y estaba prohibida en el Imperio romano.
Por tanto, la importancia de la ciencia medieval radica en que buscó activamente y asimiló las matemáticas y la filosofía natural de otras culturas. Además, fundó una institución protectora para la educación e investigación científicas y proporcionó un conjunto de principios culturales y metafísicos favorables para la ciencia, de forma que ésta era aceptable y tenía sentido. Tuvo suficiente éxito para demostrar que el método funcionaba.