Nadie duda de la gran importancia que la ciencia y sus aplicaciones tienen en la sociedad actual. En este contexto resulta de especial importancia la reflexión filosófica de la ciencia que ha realizado el Prof. Álvaro Romero en esta conferencia donde ha desmenuzado la ciencia como actividad humana, analizando su alcance o límites ya que en algunos ambientes se cree que la ciencia es la única fuente de conocimiento válido; por tanto, la pregunta qué se hace es, ¿Puede la ciencia resolvernos todos nuestros problemas?
El interés por la ciencia y la tecnología aumenta cada día porque tiene una gran repercusión social, económica y política.
En la actual crisis sanitaria en la que estamos inmersos, no podemos entender la gestión de esta pandemia sin la opinión de los expertos científicos de la que, al final, dependen decisiones de especial importancia en todos los ámbitos de nuestra vida. No podemos concebir el mundo sin las aplicaciones tecnológicas o científicas.
La tarea de la filosofía de la ciencia es promover una actitud crítica y reflexiva en torna la ciencia, no solo en abstracto, sino en torno a la actividad científica. La filosofía de la ciencia no pretende sustituir a la ciencia. Ciencia y filosofía deben cooperar. Corresponde a la filosofía estudiar aspectos que exceden de la propia ciencia.
La filosofía de la ciencia ha abierto un nuevo campo de estudio para analizar las relaciones que se establecen entre la tecnología y la sociedad.
¿Qué es la ciencia?
Según la R.A.E, "la ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente".
La ciencia responde a un deseo de comprender más profundamente el mundo en el que vivimos, y lo hace con un afán de conocimiento que permite resolver problemas de la vida cotidiana desde dos puntos de vista: desde las ciencias puras (matemáticas, física, química, biología o geología) o desde las ciencias aplicadas con la arquitectura, ingenierías, telecomunicaciones o ciencias de la salud.
Estructura y método de la ciencia
Por un lado, se utilizan las teorías científicas como leyes e hipótesis y, por otro lado, el método científico. En la investigación científica los hechos o hallazgos empíricos solos se pueden calificar de lógicamente relevantes o irrelevantes por referencia a una hipótesis dada y no con un problema dado.
Las hipótesis son necesarias para guiar la investigación científica para determinar el tipo de datos. En este momento se plantea la utilización de la imaginación creativa, aunque nos suene extraño en relación a la ciencia.
Respecto al método científico, el primer paso surge de la curiosidad y observación para plantear las preguntas. Al partir de ahí, se presenta una formulación de hipótesis e ideas que dan respuestas a las preguntas formuladas. Se realiza entonces la experimentación, observación y recogida de los análisis de datos y conclusiones y, por último, la comunicación de los resultados obtenidos.
Hoy en día no se concibe la idea de un científico solitario. Desde los estudios de ciencias, sociedad y tecnología (CTS) se abren nuevas reflexiones a las repercusiones éticas, sociales, políticas, militares o ecológicas de la actividad científica. El desarrollo de esta idea dio lugar a un animado debate sobre la influencia de todas las vertientes de la ciencia en nuestra sociedad actual.