El Ateneo Mercantil de Valencia arrancó la semana con la conferencia de Marisa Alemany sobre Concepción Arenal, a quien se considera la primera feminista española "su empatía con el pobre y las presas la llevó a dedicar toda su prolífica producción escrita, muchas veces editada por ella misma, a defender la necesaria reforma penitenciara en España donde el hacinamiento y la insalubridad de las cárceles clamaba por un cambio. Hoy todas las cárceles españolas contienen su lema “Odia el delito, compadece al delincuente”, destacó Marisa.
Zoom acogió la webinar del Ateneo Mercantil "Un feminismo integrador: Concepción Arenal", conferencia que ha impartido la escritora, Marisa Alemany.
Durante su intervención, relató la personalidad valiente y grave de Concepción Arenal "armada con un fiel bisturí, que le permitió aunar criterios en principio irreconciliables: los conservadores y los liberales del siglo XIX" añadiendo "fue respetada por ambos bandos. Nunca se afilió a nadie más que a sus ideas respecto a la dignidad inherente del ser humano. Explicó claramente porqué, fisiológica e intelectualmente, el hombre era igual a la mujer en derechos".
Para Marisa Alemany, Concepción fue una mujer única en su época: periodista, poeta, escritora, filósofa y visitadora de cárceles, "una gran humanista que argumentó la necesidad de incluir a la mujer en la sociedad española con igualdad de derechos en sus obras La Mujer del porvenir, La Mujer de su casa y la Educación de la Mujer".
Concepción Arenal nació en Ferrol en 1820 durante las convulsiones carlistas, entre liberales y conservadores. "Ella fue conservadora desde el punto de vista religioso pero liberal y progresista en cuanto a su concepción del papel de la mujer en la sociedad y en diversos aspectos sociales a los que siempre se acercó desde el corazón, desde la compasión", apuntó Marisa Alemany.
También explicó que cuando su madre murió y heredó la fortuna de su abuela paterna con 21 años, Concepción se empeñó en estudiar derecho para lo cual entró disfrazada como un hombre "armada de un pelo corto, levita, sombrero alto y capa". En la Facultad de Derecho conoció a Fernando García Carrasco, con quien se casó y con el que acudía a las tertulias literarias de Madrid vestida de hombre y trabajó en la línea editorial del diario 'La ibérica', con un profundo trasfondo liberal.
Sobre su faceta periodística destacar que llegó a escribir más de 500 artículos en su periódico 'La Voz de la Caridad', donde exigía los cambios sociales, la ayuda al pobre y la igualdad de la mujer. "Pese a tener aliados en ambos bandos, ni conservadores ni liberales atendieron a sus razones. Aunque constantemente fue reclamada por congresos internacionales en Londres, París, Estocolmo o Nueva York, donde valoraban mucho sus ponencias que enviaba por escrito, pues jamás salió de España".
Por último, la escritora Marisa Alemany ha apuntado que sus ideas respecto a las cuestiones penitenciarias "no calaron en las leyes españolas hasta poco después de su muerte cuando fueron incluidas en la reforma penitenciaria que tardó años en implantarse".