Los principios compositivos de la Estación del del Norte se inclinan hacia la geometrización de las fachadas, la simplificación volumétrica, la contención en el detalle ornamental y la disposición equilibrada de masas, que se acercaban a esquemas compositivos clásicos, que no entraban en disonancia con la tradición del lugar.
Sin embargo, la estación del Norte no resulta una arquitectura “extranjerizante”. Más allá de recoger los conceptos arquitectónicos de las obras del Jugendstil Vienés, Ribes sabe extraer el concepto de modernidad que defendía Otto Wagner y lo adecúa al contexto local y temporal en el que se ubica su arquitectura, ensalzando la riqueza agrícola, artesanal y paisajística de Valencia.
La decoración de la estación está firmemente anclada en el lugar donde se asienta, es el resultado de la búsqueda de la identidad local. Además, hay otra decoración de tipo simbólico: la estrella roja referida a la Compañía de Caminos del Hierro del Norte, el escudo de la ciudad de Valencia y la palabra Norte a la entrada.
Aunque las referencias a las obras de Viena en el modernismo valenciano son abundantes, los principios arquitectónicos renovadores vieneses se diluyeron en Valencia entre otras alternativas estilísticas, que se superponían local y temporalmente, como una anécdota decorativa.
Adelantado a su tiempo. Llama la atención que la estación del Norte se proyectó en 1906, cuando el modernismo Jugendstil Vienés no es un estilo asimilado ni frecuente en las construcciones valencianas e incluso antes de la celebración del VIII Congreso Internacional de Arquitectos en Viena (1908), que fue el momento auge de su difusión.que
Moderno entre los modernos. Sin embargo, el arquitecto Demetrio Ribes fue un pionero, por entender la modernidad de Viena y saberla encauzar sin perder la referencia del lugar donde construía, logrando una arquitectura más evolucionada, más racional y más geométrica que anticipa la modernidad que se desarrollaría en los años 20.