El presidente del Levante UD, Quico Catalán, hizo balance de sus ocho años al frente del club granota al que ha convertido en un referente en la sociedad valenciana, ya que el Levante tiene un arraigo especial con la valencianía y sabe que tiene que convertirse en el club de los valencianos. Un club que ha tenido un gran crecimiento en el fútbol español y que año tras año está reduciendo su deuda y está dejando a la entidad como una de las más saneadas del panorama futbolístico español.
El presidente Quico Catalán ha liderado todo este crecimiento que ha supuesto un gran salto deportivo, institucional, económico y social desde 2009 que accediera a la presidencia. En el Salón Stolz del Ateneo Mercantil, el dirigente analizó su gestión en el Aula Las Provincias y Catalán está convencido de que su etapa al frente de la entidad de Orriols tiene fecha de caducidad y concluirá dentro de dos años, en el 2019, cuando lleve 10 años al frente del club.
Bajo el título "El Levante, un modelo de éxito", la conferencia congregó a un centenar de aficionados granotas de todas las generaciones, abonados desde los 17 a los 96 años, quiseron acompañar el máximo mandatario levantinista. Junto a Catalán, acudieron los consejeros granotas Francisco Fenollosa, Luis Calero y Pedro Catalán, además del expresidente de la Fundación Cent Anys, José Manuel Fuertes. Tampoco se perdieron la charla la presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia, Carmen de Rosa, la concejala de Deportes en el Ayuntamiento de Valencia, Maite Girau; el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia, Eusebio Monzó; el portavoz socialista en Les Corts, Manolo Mata; Gonzalo Zarranz, presidente del consejo de administración de Las Provincias y Guillermo Zarranz, consejero de este periódico.
Quico Catalán hizo balance de los últimos ocho años del Levante, la más dorada de su historia. Con siete temporadas en Primera División, con dos ascensos a la máxima categoría, con partidos en la Europa League y con un liderato en Primera. El Levante siemre se levanta y esta temporada ha sido una buena muestra de ello, ya que ha sabido sobreponerse al descenso a Segunda sufrido en 2016 y tras ascender logrando el título de Segunda División, ya está en marcha un ilusionante proyecto en Primera. "Ni en los mejores sueños podíamos imaginar que íbamos a vivir lo que hemos vivido en los últimos años", admitió el presidente, quien destacó la sensacional recuperación económica.
"Nos encontramos con una deuda muy importante, de más de 92 millones. Necesitábamos que la gente creyera en nosotros y en este nuevo modelo. El Levante hoy es un club equilibrado económicamente y tiene un futuro esperanzador. Estamos por debajo de 23 millones de deuda y el 80% de ella está aplazada a 16 años. A Hacienda sólo debemos algo más de tres millones", destacó con fuerza el dirigente.
Además, en los próximos dos años, el Levante se ha marcado una serie de retos que tienen que ir cumpliéndose poco a poco. "Queremos ejecutar ese plan de mejora de nuestra estadio. Deseamos que sea un estadio que tenga una explotación casi a diario de sus instalaciones y no sólo cada 15 días cuando se juega un partido. Estamos en el camino correcto. Y tenemos la ilusión de tener otra ciudad deportiva que esté mucho más cerca de nuestra afición y de mejor acceso. Estamos muy cerca de conseguirlo", explicó sobre el acuerdo con la Autoridad Portuaria para lograr la cesión de unos terrenos de Nazaret.
Lo que no tiene vuelta atrás es su adiós, ya que Catalán dejará la presidencia del Levante en dos años: "En esta vida, hay que saber elegir el momento. En 2019 cumpliré 10 años. Creo que es saludable para todos que las caras cambien en un momento determinado. Se cumplen ciclos. Es un ciclo lo suficientemente largo. Es bueno para todos que lleguen otras personas con más frescura. No sé si con más ilusión y con más ganas de trabajar, pero espero que sí. Mi mujer me preguntaba hace dos días qué iba a hacer en 2019. Y yo le respondí: 'No lo sé'. No sé qué voy a hacer. Estaré en el mercado", comentó.
Piensa que habrá llegado la hora del relevo: "2019 me parece perfecto porque, conforme va nuestro plan estratégico, habremos cumplido con esos retos. Seguro que habrá levantinistas que podrán gestionar mejor el club que las personas que estamos al frente. Voy a ir a tribuna y espero que existan esas personas". Y desea evitar que la sucesión se enquiste y sea lo más normal posible: "Ese 2019 no tiene que ser un punto de inflexión. Estemos los que estemos o vengan otros. No hay lugar profesional ni personal para mí más bonito que éste. Ninguno. El primer apenado seré yo cuando me vaya. Y donde vaya, no será un proyecto en el que pueda disfrutar tanto como en éste. Si me voy, no me iré porque haya algo que me ilusione más, sino porque será mejor para todos", insistió.
Además, Quico habló de futuro y de fichajes de cara a la próxima temporada, con un nombre que sobre sale del resto, Krohn Dehli: "Es una buena opción de mercado que es posible. No diré aquello de ha nacido para jugar en el Levante, es un buen futbolista y vamos a intentarlo". Por último explicó que la zona de más abonados del club granota son los alrededores del estadio, después, el Cabanyal, y luego el barrio del Carmen, "pero hemos crecido exponencialmente en el área metropolitana de la ciudad". El Levante sigue creciendo.