Amigos del Mapa
La historia de una ciudad suele estar vinculada a escritos que documentan tanto su origen como su evolución a lo largo de los años. Existen publicaciones, por ejemplo, que apuntan a que Valencia fue fundada junto al río Turia en el siglo II a.C. por soldados romanos licenciados de las campañas lusitanas.
Pero, relatos posteriores evidencian el crecimiento de esta incipiente colonia romana y su evolución hasta convertirse en una urbe de tamaño considerable. Pero ninguno de los manuscritos fueron capaces de trasladar una imagen tan fiel de la situación de la ciudad como la que transmiten los mapas.
Su elaboración era muy compleja en la antigüedad y por eso la aparición de cualquier mapa no documentado anteriormente es considerado un pequeño tesoro por los historiadores. La mayoría de los planos de la antigüedad pertenecían a propiedades de una familia adinerada y servían para saber dónde se encontraban sus tierras con exactitud.
Sin embargo, empezaron a cobrar más importancia para los viajes. Así, empezaron a aparecer en el siglo XVIII y se desarrollaron definitivamente en el siglo XIX, después del ferrocarril.